Recuerda: no te machaques cuando sientas ansiedad ante pensamientos negativos, puesto que no eres responsable de ellos. Son inevitables y es muy difícil controlar su existencia y aparición.
Aprender a manejar y borrar estos pensamientos de nuestra mente es esencial para nuestra felicidad y bienestar standard. En este artículo, exploraremos siete técnicas efectivas para ayudarte a eliminar los pensamientos negativos y cultivar una mentalidad más positiva.
Diferénciate de tus pensamientos Para eliminar pensamientos negativos es aconsejable establecer una distinción entre el pensador y el pensamiento, es decir, entre mi Yo consciente, capaz de generar multitud de pensamientos diferentes, y el pensamiento concreto que se está produciendo en mi mente.
Lleva todo lo bueno que te sucedió antes a tu presente, permitiendo que una profunda sensación de alegría y gratitud invada toda tu mente y cuerpo.
Toma conciencia: anota las frases que aparecen cuando algo no sale como esperabas y te enfadas contigo. ¿Qué te dice? Es muy possible que te hable de “tú”.
Por eso hemos creado una guía con ten trucos útiles para intentar controlar los malos pensamientos y sentirte mejor. De esta forma podrás ponerlos en práctica para alejar la ansiedad y evitar que los pensamientos negativos te dominen.
Nuestros pensamientos no se han reflexionado, no eliminar pensamientos negativos son verdades generales, son solo hipótesis que se han formado fruto de nuestras experiencias y aprendizajes.
Una muy efectiva forma de gestionar y de lidiar con los críticos internos es practicar la autocompasión.
Ahora que sabes de la importancia de controlar esos pensamientos negativos, nuestro colaborador y psicóemblem Antonio Martínez va a contarte algunos consejos desde un punto de vista profesional.
Por ejemplo, si tu crítico te castiga porque llegas tarde a todos lados, entiende que su motivación es que seas puntual. Busca maneras de llegar a horario desde un lugar interno de tranquilidad.
Mejorar la atmósfera de nuestro universo psychological requiere de un trabajo cotidiano. Esto implica buscar aquella estrategia que más se ajuste a nosotros, y esas que requieren del papel y el lápiz, son sencillas y prácticas. Una de ellas es servirnos de unas hojas de trabajo divididas en dos columnas:
De esta forma, estos malos pensamientos se convierten en una batalla interna que no sabemos cómo gestionar y lo único que hacemos para no estar tristes, ansiosos o deprimidos es suplir ese sentimiento con acciones que nos hagan olvidar esas frases negativas durante un tiempo.
Cuestiona tus pensamientos: Cuando te encuentres teniendo pensamientos negativos, cuestiona su veracidad. ¿Hay evidencia objetiva que respalde esos pensamientos? ¿Existen otras interpretaciones posibles de la situación?
Además, cuando el lenguaje corporal es poco asertivo y más bien es cerrado, las posibilidades de que la autoestima baje se hacen mayores, mientras que la ansiedad y los pensamientos malos van en aumento.